31 Diciembre 2020 03:10:00
Con alma de acero
Buen día .Esferas y luces del árbol navideño lucen opacas, es un fin de año con toneladas de pesada carga en el alma de la inmensa mayoría de la población, sucesos desagradables de desempleo, enfermedades y fallecimiento de seres queridos que hirieron como cuchilladas a millones de mexicanos, una avalancha de afectaciones en Monclova que erosionó la vida.
A mediados de marzo el invierno bajaba sus cortinas, se despedía, y fue entonces cuando Monclova empezó a toser igual que su economía, los días ensombrecieron al igual que en el resto del país, del mundo, cuadros de angustia, muchos ateos de pronto se convirtieron con plegarias, y en contraste algunos creyentes se alejaron.
Enfermos de la Covid-19, encamados intubados en hospitales, recordando capítulos de su infancia, juventud, y otros pasajes de la vida, como una película corriendo de reversa, retrocediendo a momentos inolvidables con padres, hermanos, época estudiantil, la primera novia, incomunicados con exterior en un mundo de silencio y llanto silencioso que empapan sábanas.
En Navidad y Año Nuevo, carcajadas, llanto por la nostalgia a veces insípida, en otras masajeando esos recuerdos desde el 1 de enero al momento, pero ahora todo es diferente y tendrá que ser así todo con reserva porque de lo contrario, el abominable coronavirus encontrará el escenario perfecto para otra avalancha de agresión masiva, apenas acabando de beber la última copa.
Covid tiene cómplices
A 9 meses y medio de distancia desde que el SARS-CoV-2 se estacionó en Monclova al igual que en el resto del mundo, ha encontrado aliados y cómplices con los cuales ha hecho sinergia, suma de voluntades, son los estólidos, los miserables insolentes intocables por la autoridad y no los tocan porque saben que ahí no hay dinero, la lana está en los comercios, bancos y cadenas comerciales.
Mucha gente no ha logrado entender del riesgo de los aerosoles que se expulsan al respirar, hablar, toser, cantar, etc, por las personas infectadas muchas de ellas peligrosamente asintomáticas y esta práctica criminal la aplican impunemente a la perfección en tortillerías, panaderías, y otros giros del comercio, saben ahí que no hay autoridad que aplique las reglas para todos.
Hoy es el último día de 2020 y dependerá de cada uno ahuyentar posibles riesgos de contagio de coronavirus, evitando aglomeraciones, fiestas y pachangas, de no ser así, de hecho, estarán obteniendo un boleto para participar en el sorteo de la muerte donde por cada 10 contagiados fallecen entre 3 y 4 es como jugar a la ruleta rusa, pero la afectación no es individual.
Precaución a lo extremo
Es del domino generalizado que el coronavirus es de fácil contagio, de rápida transmisión, se puede infectar aceleradamente a hijos, padres, hermanos, y todo aquel ser inocente que nos rodea, así que, en este último día del año, habrá que despedir el 2020 con prudencia, y dar la bienvenida a 2021 con optimismo de que será mejor, y que somos sobrevivientes de una de las épocas más difíciles donde está aún en riesgo la supervivencia de la humanidad.
¡Somos sobrevivientes!
Por nada del mundo se quite el cubre boca, guarde sana distancia, evite el saludo incluyendo con el puño cerrado como se estila ahora porque es igual que hacerlo con la mano abierta, después que abra alguna puerta fuera de su casa girando la chapa, aplíquese de inmediato gel o lávese las manos, no queremos que nos vayan a sacar el juego de la bolsa y nos dejen tendidos en el terreno.
Los expertos son reiterativos al recomendar que debe convivirse únicamente con la esposa, esposo, e hijos solteros que viven en el seno del hogar porque ni siquiera con los hijos casados que viven en otro lado, se tiene que ser desconfiado porque es por el bien de todos y un paso hacia adelante en protección y seguridad. ¡FELIZ 2021!